Por: Carlos Andrés Naranjo-Sierra
La inmensa mayoría los retratos hablados que veo en los telediarios y en los carteles de “los más buscados”, se me parecen. Con leves diferencias, creo que el retrato se podría acomodar a miles de personas que terminarían pareciéndose por conveniencia al dibujo; exceptuando aquellos dibujos de personajes que tienen un rasgo particular y claramente característico como una inmensa cicatriz, un ojo tuerto, el labio leporino o cosas por el estilo.
El 10 de junio de 2009, la profesora de primaria Johana Macías, madre de Esteban Alejandro Mosquera, de seis meses de nacido, denunció en el municipio de Piedecuesta, Santander (Colombia) la desaparición de su hijo a manos de una mujer que describió generosamente mientras el dibujante policial hacia el retrato hablado. Pocos días después se descubriría que tal retrato coincidía con la imagen de la misma denunciante quien confesaría ante la policía, que ella misma había asesinado a su hijo. Johana se había autodescrito, no sabemos si consciente o inconscientemente, pero ni siquiera en esta ocasión, las autoridades teniendo en frente a la propia persona del retrato, lograron identificar a la responsable. Fueron otras pistas las que llevaron a las autoridades a sospechar de la madre para luego hacer la relación con la autodescripción del retrato.
En mi época de estudiante de publicidad, trabajaba como dibujante de retratos, en versión caricatura, en los centros comerciales. Tener en frente a la persona o por lo menos una foto, era requisito fundamental para hacer el dibujo. Estoy convencido de que con una descripción verbal no me hubiera bastado para hacer un retrato medianamente decente. Afortunadamente nadie llegó con esa solicitud (imagino que suponían que no tendría ninguna fidelidad dibujar a alguien basado sólo en su descripción verbal).
De hecho hasta cuando he realizado dibujos de mis amigos o familiares, que tienen rostros que veo con frecuencia, he debido igualmente contar con su presencia o su foto, al menos las primeras veces. Eso, sí, debe haber mucha gente más talentosa y hábil que yo para estos menesteres pero tampoco he visto un colega dibujante con un cartel que diga: “Se hacen retratos. Descríbame al personaje”.
Me da la impresión de que los retratos hablados funcionan con tantas limitaciones que se ve afectada seriamente efectividad y a veces sospecho que en ocasiones pueden confundir más. No deja de sorprenderme cuando mencionan que han capturado a un delincuente gracias a su retrato hablado pero debe ser posible.
No puedo negar que posiblemente sea mejor tener un retrato hablado que una simple descripción anatómica de estatura, sexo, raza, peso aproximado y señales particulares. También sospecho que puede funcionar un poco menos mal los programas de computador especializados, en los que no se describe sino que se “selecciona” las partes del rostro del sospechoso a partir de una amplia colección de peinados, frentes, ojos, narices, bocas y mentones.
De modo que decidí comenzar una breve investigación, en la que Usted también puede participar haciendo clic aquí, para verificar que tan veraz o falaz es la hipótesis de que los retratos hablados funcionan generalmente mal.
Para ello comencé por entrevistar en el mes de Julio de 2009 al encargado de Morfología Forense de la SIJIN, adscrita a la Policia Metropolitana del Valle de Aburrá, patrullero Juan Galvis. Él elabora los retratos en una amplia región del país y guarda una interesante colección de sus retratos cotejada con las fotos de los sospechosos una vez son capturados. Con ánimo investigador y académico solicitamos permiso en la Sijin a nombre de PSICOSAPIENS para tener acceso a esta colección.
De allí nos remitieron con el General Dagoberto García de quien no obtuvimos respuesta, luego a través del asistente José Antonio Mazo Mejía contactamos al Comandante Luis Eduardo Martínez Guzmán y le informamos sobre nuestra investigación pero tampoco hubo respuesta. Incluso escribimos al mismísimo General Oscar Naranjo pero la reacción fue idéntica. De modo que hemos decidido experimentar por nuestra cuenta y riesgo sobre este importante tema, con distintos grupos de amigos y conocidos que se presten para, describir, elaborar e identificar retratos hablados. Los primeros resultados serán publicados próximamente en este blog.