Dos de los conceptos más técnicos y difíciles de asimilar de la Psicología Evolucionista son este par, relacionados íntimamente el uno con el otro: Fitness y gen egoista. Según la teoría sintética, una de las últimas actualizaciones -por así decirlo-, del darwinismo, afirma que la selección natural no opera seleccionando individuos, sino que opera seleccionando genes. La verdadera competencia es por la replicación de genes no de individuos.
Es importante entender que la selección no consiste en una competencia consciente de los seres para tener mayor descendencia. No es el típico macho buscando descendencia para su herencia. En lugar de decir “los individuos compiten unos con otros para tener la mayor descendencia posible” es más adecuado afirmar que “los individuos que tienen la mayor descendencia y más sana (fitness) son los que legan sus características a las generaciones posteriores”. La competición consciente es sólo una racionalización humana. Los seres simplemente viven y atienden a sus instintos. Esos instintos, junto con su anatomía y fisiología son consecuencia del mismo proceso evolutivo.
En realidad es más apropiado decir “Los genes que más se reproducen, tienden a ser lo que más perduran en los organismos vivos”. La evolución no opera a nivel de individuos sino que opera a nivel de replicadores que se clonan. En este caso, los genes. Esto tiene importantísimas consecuencias. Si los genes que más se clonan son los que perduran, entonces da igual que el gen provenga de un individuo o de otro. Si varios genes en un individuo se las arreglan para reconocerse a sí mismos en otros individuos, tendrán mayor posibilidades de clonarse si esos genes desarrollan conductas en esos individuos que tiendan a ayudarse unos a otros.
Por ejemplo, los padres e hijos, hermanos comparten la mitad de sus genes. Un tío comparte con su sobrino el 25%. Es lógico que los individuos que tienen genes que codifican una conducta de ayuda mutua entre individuos emparentados perduren más que los grupos de genes que no. Eso es lo que se llama Inclusive Fitness. El inclusive fitness de un ser vivo no solo mide la capacidad o adaptación al medio (fitness) de ese individuo, sino la de éste y todos los emparentados con él mismo en proporción a su parentesco. La evolución tiende a desarrollar conductas que favorecen el inclusive fitness de cada individuo. La ayuda mutua es patente entre madres e hijos de todos los mamíferos y aves. Y con los padres e hijos de muchas aves y mamíferos, incluido el Homo sapiens.